lunes, 25 de septiembre de 2017

Historia del Craneo de Juan Moreira.

Conforme narran los informes policiales, el folletín de Eduardo Gutiérrez y el drama criollo de los Podestá, el sargento Chirino ultimó por la espalda al legendario Juan Moreira el 30 de abril de 1874 en los fondos del prostíbulo “La Estrella” sito en el partido de Lobos, mas alla que la leyenda siguio, hubo una que otra historia se creo despues, esta es una de ellas. 

 El médico del lugar, el Dr. Eulogio del Mármol, fue el encargado de practicarle la autopsia. Los restos fueron inhumados en la necrópolis de Lobos, pero en 1887 debieron ser desenterrados por la falta de pago de los impuestos municipales correspondientes. El encargado de la exhumación fue el mismo Dr. del Mármol, quien conservó el cráneo con el fin de estudiar los rasgos lombrosianos (por la época estaba en auge la teoría de Cesare Lombroso, según la cual existía un patrón fisonómico del “delincuente nato”). Habiendo saciado su espíritu positivista, del Mármol regaló el cráneo del terror de las partidas a su amigo y colega el Dr. Tomás Liberato Perón. Al fallecer éste dejó la calavera en manos de su viuda, doña Dominga Dutey Cirus, quien a posteriori se lo cedería en herencia a su hijo Mario Tomás, que residía desde 1888 en el partido de Lobos. Don Mario Tomás, quien la tenía modo de adorno en su escritorio, en el despacho donde, de vez en cuando se colaba su pequeño hijo, Pochito, más conocido para la historia como Juan Domingo Perón.


Bueno, erase una vez en la casa de Lobos, una tarde de verano, donde Pochito estaba cuidado de la mucama, fue asi que el pequeño, muy travieso, quiso asustar a su nana, fue asi que tomo el cráneo de Juan Moreira con una mano y con la otra un mantel negro, coloco como una capa, el mantel y con la calavera se acercó a su nana, mientras iba murmurando sonidos tenebrosos –buuuuuhhh, y pisando el mantel se tropezó, lo que produjo la perdida de algunos dientes de Juan, que Juan? De Juan Moreira, hubo un gran reto para el pequeño Juancito, y al fallecer Mario Perón, su viuda, en 1928 lo dona al Museo de Luján, de donde sería trasladado en 1953 al Museo “Presidente Juan D. Perón”, de Lobos, su ciudad natal, donde dicen que de noche aún se escucha ruidos de sustos y risas de niños…



Fuent: relato popular.



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